viernes, 11 de abril de 2014

Capricho


Escrutame los ojos, sorprendeme la boca,
Sujeta entre tus manos esta cabeza loca,
Dame a beber veneno, el malvado veneno
Que te moja los labios a pesar de ser bueno.

Pero no, no me preguntes nada
De porqué llore tanto en la noche pasada;
Las mujeres lloramos sin saber, por que sí;
Es esto de los llantos pasaje, baladí.

Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,
Un mar un poco torpe, ligeramente esculto,
Que se asoma a los ojos con bastante frecuencia
Y hasta lo manejamos con una dúctil ciencia...
No preguntes amado, lo debes sospechar:
En la noche pasada no estaba quieto el mar,
Nada más. Tempestades que las trae y las lleva.
Un viento que nos marca cada vez costa nueva.
Sí, vanas mariposas sobre un jardín  de enero,
Nuestro interior es todo sin equilibrio y huero.
Luz de cristalería, fruto de carnaval.

Decorado en escamas de serpientes del mal.
Así somos, ¿no es cierto? ya lo dijo el poeta:
Movilidad absurda de inconscientes coqueta...
Deseamos y gustamos la miel de cada copa
Y el cerebro tenemos de pajillas y estopa.
Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer,
Capricho, amado mío, capricho debe ser.
Oh, déjame que ria...¿no ves que tarde hermosa?
Espínate las manos y córtame esa rosa.



Alfonsina Storni




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