Por todas partes veo a aquellos que
no mendigan nada sino
comida, refugio y
ropa, ellos se concentran
en eso,
sin sueños.
No entiendo porque esa gente no
desaparece
no entiendo porque esa gente no
expira,
porque las nubes
no los asesinan
o porque los perros
no los asesinan
o porque las flores y los niños
no los asesinan,
no entiendo.
Supongo que ya están asesinados
sin embargo, no puedo acomodarme al
hecho de que existan
porque son
demasiados.
Cada día
cada noche
hay más de ellos
en los subtes
en los edificios
en los parques.
No sienten terror
por amar
o por no
ser amados.
Tantas, tantas, tantas
de mis criaturas
compañeras.-
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